Lengua de Señas; ¿aún existen barreras en la comunicación?
La lengua de señas como lengua viso- gestual- espacial de las personas con discapacidad auditiva es de suma importancia, pues permite comunicarse haciéndolos pertenecer y desarrollarse en un entorno social.
Datos de la Secretaría de Salud señalan que en 2023, había un aproximado de 2.3 millones de personas que padecen discapacidad auditiva, de las cuales más de 50 por ciento son mayores de 60 años; poco más de 34 por ciento tienen entre 30 y 59 años y cerca de 2 por ciento son niñas y niños.
Las personas con discapacidad auditiva pasan por obstáculos, los cuales los oyentes no podemos comprender, en su mayoría se tiene la creencia que las personas con esta discapacidad tienen limitada su participación.
Realmente el problema radica en las barreras de comunicación, aquellas con las que una persona sorda o con pérdida auditiva vive en su día a día, como el acceso a información, educación y empleo; Una de las mayores barreras es la falta de acceso a la lengua hablada, limitando su interacción con quienes no conocen la lengua de señas.
La pérdida o ausencia de la audición les impide relacionarse a través de una lengua oral, por tanto, gracias a la ayuda del aprendizaje del lenguaje de señas, logran comunicarse con otras personas sordas u oyentes también usuarias de esta forma de comunicación, disipando así la discriminación y el aislamiento social.
Aunque muchas personas con discapacidad auditiva hacen uso de intérpretes para poder comunicarse, aprender lengua de señas mejora la calidad de la comunicación entre personas sordas y oyentes. Además, fomenta la inclusión y la igualdad de oportunidades.
