Estos, son los rostros de la esperanza, de hombres trabajadores que quieren reconstruir escuelas e iglesias afectadas por el sismo del 19 de septiembre de 2017 en el municipio de Joquicingo.
Habitantes no claudican, pues desde hace dos años recaudan donativos; acarrean tarimas, graba, mezcla, arena y ladrillos para comenzar de nuevo.
Los días han sido lentos e insuficientes, el silencio, persiste desde aquel movimiento telúrico, pues las campanas no han sonado desde esa fecha por los daños de los templos del Calvario del señor del Huerto, de la Asunción y de la Virgen de Guadalupe.
Algunas puertas permanecen cerradas, las paredes están apuntaladas con andamios y estructuras metálicas, las ceremonias religiosas se realizan en los atrios con lonas improvisadas, mientras que los santos permanecen en otros altares o resguardados por recomendación del INAH.
Protección Civil del municipio, según los dictámenes y censos realizados 300 viviendas sufrieron los estragos del temblor, de las cuales 50 fueron consideradas como pérdida total, las cuales estaban hechas de adobe.