En el día de la mamá y el papá, en el día del amor y la amistad, en algún aniversario y ahora en el día de muertos, Emilio Millán, un joven de 25 años, se dedica a limpiar, restaurar y decorar tumbas en el cementerio municipal de Toluca.
Con herramientas como el azadón, tijeras, un bote y su escoba, desde muy niño y por iniciativa propia busco el cómo ganarse la vida, hoy cobra lo que la gente considere sea bueno darle, pero el pago va desde los 50 a los 100 pesos por lápida.
Blanca Estela Piña, menciona que por igual que Emilio ha buscado unas monedas para poder llevar el pan a su hogar , hoy el cementerio se ha vuelto cómo su segunda casa, convive con más de 50 limpia tumbas y entre ellos familiares.
Aunque muchos pensarían que en años pasados el Covid-19 les traería mayores ganancias por el número de fallecimientos que se presentaban por día, la situación era otra, pues familiares temían visitar al panteón por miedo a enfermar y con ello el trabajo de los limpia tumbas disminuía hasta en un 50 por ciento.