En México el transporte público sigue siendo la principal fuente de traslado; sin embargo, es el peor calificado por los ciudadanos, ya que lo consideran lento, inseguro, incómodo, costoso, deteriorado y sucio. En la capital mexiquense el gasto destinado al transporte público llega a ser de hasta tres mil pesos mensuales en un trabajador de tiempo completo, para un estudiante universitario el gasto en transporte ronda alrededor de los mil pesos mensuales y para las amas de casa hasta 700 pesos tan solo al mes. Es decir, que una familia mexiquenses, solo en transporte público destina cinco mil pesos.