Tener un huerto, o aves de corral puede parecer algo exclusivo del campo, sin embargo familias de escasos recursos han encontrado en micro granjas la oportunidad de obtener alimentos e ingresos para superarse.
Gracias a una iniciativa del Banco de Alimentos, familias vulnerables de comunidades rurales pueden aprender a producir vegetales, setas y criar aves de corral para consumo o venta.
Es en pequeños espacios como un patio trasero o una pequeña parcela dónde pueden iniciar una micro granja que les permita obtener alimentos y excedentes para vender.
De igual manera, este programa ha sido implementado en escuelas que permite hacerlas autosuficientes, así el alimento que producen puede ser consumido por alumnos o venderlo para satisfacer las necesidades de la institución educativa.