En el Valle de Toluca, las normas municipales están diseñadas para garantizar la seguridad y convivencia en la vía pública, esto a través de disposiciones y reglamentos de tránsito que regulan la circulación de automóviles y transporte público, dando prioridad en primer lugar a los peatones, seguidos de ciclistas y otros usuarios de vehículos no motorizados.
En la práctica, las normas de circulación, seguridad y civilidad para ciclistas, peatones y personas que utilizan vehículos no motorizados son prácticamente nulas, lo que los deja en una situación de vulnerabilidad y expuestos a constantes riesgos en las calles.
Durante la administración municipal de Juan Rodolfo Sánchez Gómez, en Toluca, se dio a conocer el documento Aforo Ciclista 2021, el cual detallaba los derechos y obligaciones de los ciclistas. Entre estas obligaciones se incluía el respeto a las señales de tránsito, el uso de implementos de seguridad tanto en la vestimenta como en el vehículo no motorizado, así como la responsabilidad de garantizar estas medidas tanto para el usuario como para su acompañante, entre otras disposiciones.
El incumplimiento de estas normas implicaba una amonestación por parte de las autoridades de seguridad vial, y en casos específicos, se establecía la aplicación de una multa por parte de la autoridad correspondiente.
Sin embargo, en la actualidad, estas normas parecen haber quedado en el olvido. La falta de infraestructura adecuada y la nula aplicación de sanciones han generado un escenario donde ciclistas, peatones y usuarios de vehículos no motorizados transitan en condiciones de riesgo. A pesar de que en su momento se promovieron medidas para garantizar su seguridad, hoy en día la realidad en las calles de Toluca refleja una desprotección evidente y una falta de interés por hacer cumplir estas disposiciones.