En México, la celebración del día de muertos es un reencuentro con quienes se nos han ido de este plano, es por ello que los cinco diferentes pueblos originarios del Estado de México, colocan ofrendas con características peculiares.
Cada elemento de la ofrenda, desde las flores de cempasúchil hasta el pan de muerto y las fotografías de los difuntos, lleva consigo un simbolismo y una conexión espiritual que se transmiten de generación en generación.
Hoy en día algunos de estos significados se han ido desvaneciendo, debido a la injerencia de otras culturas como el "Halloween".