El estrés y ansiedad ocasionado por la pandemia y el confinamiento ha generado un mayor consumo de bebidas alcohólicas en jóvenes y adultos jóvenes de acuerdo al Instituto para la Atención y Prevención de Adicciones.
De acuerdo con la Secretaría de Salud del Estado de México, como resultado de meses de confinamiento se puede presentar en la población trastornos depresivos cuyos síntomas son exceso de sueño, cambios de apetito, cambios en el estado de ánimo, profunda tristeza y cansancio.
Es por eso que el alcohol sirve como una ventana de escape ante el aislamiento social que representa la pandemia y de acuerdo a expertos, si una persona ya tenía un problema de alcohol, durante este periodo de confinamiento se ha acentuado mucho más.