Ante los rumores de una probable renuncia, el Papa Francisco nombra 20 nuevos cardenales, 16 de los cuales tienen edad para participar en la eventual elección de un nuevo pontífice.
El sábado pasado, el Papa Francisco nombró a otros 20 clérigos al rango de cardenal, expandiendo así formalmente el grupo de los dignatarios católicos elegibles para votar por su sucesor en caso de fallecimiento o de una probable renuncia. Esta última luego de que en repetidas ocasiones el sumo pontífice declaró que en caso de que empeore su salud podría tomar la decisión.
Entre los nuevos nombramientos, ceremonia llevada a cabo en la basílica de San Pedro, 16 tienen menos de 80 años, por lo que son elegibles para participar en el cónclave: asamblea en la que los cardenales depositan sus boletas para elegir un nuevo representante de la Iglesia Catolica.
Durante la ceremonia, Francisco les recordó a los cardenales su misión, que incluye "una apertura a todas las personas, a los horizontes del mundo, a las periferias aún desconocidas" resaltando la atención a los marginados de la sociedad
EL DATO...
Jorge Mario Bergoglio, de 85 años, ya ha nombrado a 83 de los 132 cardenales actualmente elegibles para sumarse a un posible cónclave. Los otros fueron nombrados por los dos papas previos, San Juan Pablo II y Benedicto XVI, cuyo retiro inesperado en 2013 abrió el camino para el ascenso de Francisco.
Entre los nuevos cardenales está el arzobispo Anthony Poola, de Hyderabad, India. El prelado de 60 años es el primer miembro de la comunidad Dalit (considerada la más baja en el sistema de castas indio) en convertirse en cardenal.
Al escoger al obispo de San Diego, Robert Walter McElroy, Francisco pasó por alto a dignatarios eclesiásticos estadounidenses a cargo de la diócesis tradicionalmente más prestigiosas, incluso al arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone. Este último, fue parte de una minoría de obispos estadounidenses que se opusieron a una campaña para negar la comunión a políticos católicos que respaldaron el aborto.