Corría el año 2017 y el entonces candidato a la gubernatura del Estado de México Alfredo Del Mazo Maza, hacía compromisos en materia de seguridad, asegurando convertir a la entidad, en el "estado más seguro del país".
Prometió la instalación de 10 mil cámaras de videovigilancia, transporte rosa para mujeres e instalación de botones de pánico en el transporte público.
Y tan solo las últimas dos se quedaron en promesas a medio cumplir.
A unos meses de culminar su período de gobierno, la percepción de inseguridad de acuerdo al INEGI, coloca al estado de México en el primer lugar, seguido de Morelos, Puebla y Ciudad de México.
El Estado de México desde 2021 ha visto un crecimiento exponencial principalmente en robo con violencia y lesiones dolosas a nivel nacional; seguido del secuestro, extorsión, robo de vehículo, robo a transeúnte y a transporte público.