Como cada 2 años, miles de peregrinos se congregan en San Mateo Atarasquillo y emprenden camino al santuario de Chalma para llevar a su Cristo a cuestas y en un camino que significara la redención de muchos de ellos. Con música, canticos y oraciones recorren los habitantes de San Mateo las calles y avenidas que los conducirán a Chalma, para dar las gracias por los favores recibidos en estos años que han sido muy difíciles. Don Javier menciona que las fuerzas ya no son las mismas, que hoy los años han pasado y sus piernas no responden igual, pero que gracias al "Señor de Chalma" hoy puede asistir un año más a esta tradición que se remonta desde la época de la Revolución.