Una estrategia que han coordinado los tres niveles de gobierno en busca garantizar la seguridad de la ciudadanía es el canje de armas.
México no es considerado un país bélico, por lo que la cantidad de personas que poseen armas es reducida y se limita a ciertos grupos, como aficionados, coleccionistas, personas que las poseen por seguridad y delincuentes.
El canje de armas es un programa preventivo que requiere la confianza del ciudadano, pues estos en su mayoría son realizados para que la población participe, entregue sus armas y a cambio reciba insumos o beneficios monetarios además de aminorar el mercado negro de armas.
Las actividades de canje de armas van encaminadas a la destrucción de estas, impidiendo así, que sean utilizadas posiblemente para la comisión de delitos y que pueden ocasionar también accidentes graves ya que personas poseen armas representan un factor que determina el incremento de los índices delictivos, además del aumento en el número de fallecimientos por accidentes y suicidios que ocurren por dicha circunstancia.
Cabe destacar que los canjes de armas en su mayoría son de armas cortas y que no se encuentran en condiciones de ser utilizadas, ya que las armas en buenas condiciones aun son útiles para protección o para la venta ilegal.