Bangladesh, uno de los países más pobres del mundo, se encuentra sumido en una crisis política y social debido a las violentas protestas estudiantiles que comenzaron a inicios de julio.
Ubicado al este de la India en la bahía de Bengala, es un país sudasiático marcado por su abundante vegetación y sus numerosos canales. Es el octavo país más poblado del mundo. Su tasa de pobreza es muy alta; sin embargo, desde 1975 su PIB per cápita se ha duplicado y la tasa de pobreza ha caído en un 20 % desde comienzos de la década de 1990.
Las manifestaciones, que inicialmente eran pacíficas, se tornaron violentas en respuesta a la represión estatal y han resultado en cientos de muertos y miles de heridos.
Inicio de las Protestas
Las protestas se originaron por el rechazo a un sistema de cuotas en el empleo público que los manifestantes consideran discriminatorio. Este sistema reserva el 30% de los puestos gubernamentales para los descendientes de los combatientes de la guerra de liberación, que llevó a la independencia del país de Pakistán hace más de medio siglo.
En total, cerca del 60% de los anhelados puestos del servicio público están reservados en cuotas especiales para varios grupos, incluyendo minorías étnicas, personas con discapacidad y mujeres.
Aunque el Tribunal Supremo anuló las cuotas de empleo impugnadas, las manifestaciones pacíficas se convirtieron en violentas cuando los manifestantes empezaron a exigir el fin de la represión estatal y la dimisión de la primera ministra Sheikh Hasina. La respuesta del gobierno con lo que los críticos consideran fuerza excesiva ha resultado en la muerte de unos 300 manifestantes y ha dejado miles de heridos. El domingo pasado, al menos 95 personas, incluidos 14 policías, murieron en Dhaka, marcando el día más mortífero desde el inicio de las protestas.
Desafiando un toque de queda indefinido y un cierre casi total de Internet, los manifestantes convocaron a una marcha hacia la capital el lunes. Los enfrentamientos entre los simpatizantes de la Liga Awami de Hasina y los manifestantes antigubernamentales han continuado en al menos veinte distritos.
La crisis política alcanzó un punto crítico cuando la primera ministra Sheikh Hasina dimitió y huyó a India el lunes. El ejército de Bangladesh ha tomado temporalmente el control del país, pero sigue sin estar claro cuál será su papel en un gobierno provisional.
En medio de la crisis, ha surgido el nombre de Muhammad Yunus, premio Nobel de la Paz y conocido como el "banquero de los más pobres entre los pobres", como posible líder de un gobierno provisional.
Bangladesh se encuentra en un momento de gran tensión y cambio, con un futuro incierto. La caída del gobierno de Hasina y la intervención militar han dejado al país en una encrucijada, y los próximos pasos serán cruciales para determinar la dirección que tomará la nación. La comunidad internacional sigue de cerca la situación, esperando que se pueda encontrar una solución pacífica y justa para todos los ciudadanos de Bangladesh.