Requiere población LGBT políticas públicas con perspectiva de género

"Para abatir la discriminación en instituciones y dependencias hacia la población LGBTTTI+ se debe reconocer la diversidad sexual e identidad de género para la protección, restablecimiento, atención y garantía de sus derechos", señaló el promotor de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), Ricardo Coyotzin Torres. 

Para prevenir la violencia hacia integrantes de la población LGBTTTI+ se deben establecer políticas públicas con perspectiva de género, con acciones encaminadas a modificar los modelos que violentan a las personas y si hay quienes son vulnerados social, histórica y estructuralmente, se deben cerrar las brechas de género con esfuerzos multidisciplinarios, para que desde la academia, lo político y lo social, puedan converger y emitan soluciones para mitigar la problemática, afirmó. 

Ricardo Coyotzin Torres expresó que hay personas de la población LGBTTTI+ en la familia, centros laborales y comunidades, por ello, es necesario fortalecer procedimientos organizativos para su efectiva participación, representación y gestión de intereses individuales y colectivos en espacios de decisión. 

Detalló que la discriminación institucional es el trato injusto, directo o indirecto, a través de prácticas incrustadas en procedimientos operativos, políticos, leyes y objetivos de organizaciones como son los gobiernos, corporaciones, instituciones públicas y otras grandes entidades. 

El especialista de la Codhem agregó que las soluciones deben ser integradoras, es decir, con la visión de diversos ámbitos y la ejecución de programas sectoriales y especiales, ya que la incorporación de la perspectiva de género en la vida cotidiana y dentro de las instituciones públicas es responsabilidad de todas las personas, no de unas cuantas. 

Comentó la importancia de la transversalidad institucional, que busca la integración sistemática de una perspectiva y el cambio, para que desde quien encabeza la dependencia hasta el personal operativo e incluso quien atiende en la puerta, pueda relacionarse sin violencia con la persona de la diversidad sexual o la diversidad de género que acude a determinada oficina a recibir atención o hacer un trámite, y que desde los espacios de toma de decisiones se tenga la oportunidad y facilidad de comprensión de sus problemáticas.