México cuenta con una diversidad de cuerpos de agua esenciales para sus ecosistemas y el desarrollo socioeconómico.
En el Estado de México, lagos, ríos y presas son clave para el abastecimiento de agua, recreación y conservación ambiental, lo que ha impulsado la restauración de humedales para combatir la escasez de agua.
La restauración de humedales es una herramienta clave para corregir la desviación y la sobreexplotación de aguas superficiales y subterráneas.
Entre las principales causas de la degradación y contaminación de los humedales y cuerpos de agua en la entidad se encuentran la descarga de aguas residuales, la contaminación generada por la industria y la población, así como la sobreexplotación de los recursos hídricos.
El gobierno del Estado, a través del Plan de Recuperación de Humedales, busca restaurar y proteger los cuerpos de agua, promoviendo su regeneración para garantizar su sostenibilidad y enfrentar la escasez hídrica.
Con acciones a mediano y largo plazo, este plan busca recuperar los espacios perdidos por la negligencia y el cambio climático, reduciendo los costos de tratamiento y reutilización del agua, así como la explotación de ríos y mantos acuíferos.
Sin embargo, este esfuerzo debe ir acompañado de acciones como la rehabilitación de hábitats, la creación de áreas protegidas, la reducción de la contaminación agrícola e industrial, y la promoción de prácticas agrícolas sostenibles. Además, es crucial contar con la participación de la sociedad y mejorar los sistemas de tratamiento de aguas residuales. De lo contrario, los avances serán limitados y no se logrará la recuperación integral de los cuerpos de agua