A lo largo de los años, la docencia ha sido mucho más que una transmisión de conocimientos; ha representado una labor fundamental para inspirar, guiar y formar a generaciones enteras.
En México, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, 1.2 millones 1 de maestras y maestros en la educación básica de las cuales una mayoría significativa son mujeres.
Los roles de género han influido notablemente en cómo se percibe y ejerce esta profesión.
La docencia ha sido históricamente asociada con cualidades que se relacionan con la maternidad y la protección, lo que ha contribuido a que muchas mujeres elijan esta profesión y a cómo se percibe su rol.
Del total de docentes trabajando en educación básica, 71 de cada 100 son mujeres. Se observa también que en preescolar la proporción correspondiente es 94 de cada 100. Las cifras del 2021 indican que el 69.9 por ciento son mujeres hombres 30.1 por ciento.
Aunque hombres y mujeres puedan tener las mismas capacidades y formación, los prejuicios llevan a una percepción sesgada en favor de las mujeres, especialmente por cualidades como la empatía y el cuidado, consideradas femeninas. Estos estereotipos pueden limitar tanto a mujeres como a hombres, restringiendo las oportunidades de desarrollo y el reconocimiento en el ámbito educativo.
Es crucial continuar trabajando hacia una visión más equitativa que valore por igual las capacidades y aportes de todos los docentes, sin importar su género, para fortalecer y diversificar el ámbito educativo en beneficio de toda la sociedad.