Para Empezar el Día con MeganoticiasMN
La inversión fija bruta en México registró una caída del 7.8% en febrero de 2025 en comparación con el mismo mes del año anterior, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Con este resultado, se acumulan ya siete meses consecutivos de retrocesos anuales, reflejando un panorama de incertidumbre económica, especialmente por las tensiones comerciales con Estados Unidos.
Este descenso fue impulsado por una reducción del 5.2% en el sector de la construcción y una caída aún mayor del 10.4% en maquinaria y equipo, ambos componentes clave de la inversión fija. Estos datos se basan en cifras originales proporcionadas por el instituto.
La inversión privada disminuyó 5.7% en comparación con febrero de 2024, mientras que la inversión pública mostró una caída mucho más pronunciada, del 24%. Esta diferencia resalta la fragilidad de la inversión gubernamental en un contexto económico complejo.
En comparación con el mes anterior, la inversión también mostró un retroceso, aunque leve, de 0.1% con cifras ajustadas por estacionalidad. En este caso, el resultado fue consecuencia de una baja del 1.1% en maquinaria y equipo, mientras que la construcción registró un repunte mensual del 1.7%.
El comportamiento de la inversión se da luego de que en 2024 la economía mexicana creciera apenas 1.5% anual. Sin embargo, en el cuarto trimestre de ese año se registró una contracción trimestral del 0.6%, la primera caída en tres años, lo que podría anticipar una desaceleración más marcada en 2025.
En contraste, en años anteriores la inversión fija bruta mostró un desempeño más sólido. En 2024 creció 3.4% anual y en 2023 se disparó 19.7% impulsada por el auge del 'nearshoring', es decir, la relocalización de cadenas productivas hacia México. En 2022 el crecimiento fue de 6% y en 2021 alcanzó un repunte del 10% tras la crisis provocada por la pandemia.
De acuerdo con el Inegi, la inversión fija bruta es un indicador clave que permite conocer el comportamiento de la inversión en el corto plazo. Incluye los gastos realizados en bienes como maquinaria, equipo y construcción que se utilizan para producir durante más de un año, por lo que su evolución es fundamental para el crecimiento económico del país.
A pesar del avance de la banca digital y los esfuerzos por fomentar la inclusión financiera, en México continúa viva una práctica heredada por generaciones, guardar el dinero en casa. Ya sea en un cajón, una caja fuerte o, como comúnmente se dice, bajo el colchón, miles de personas siguen prefiriendo esta forma de ahorro informal.
De acuerdo con la Condusef, aproximadamente el 64.8 por ciento de los mexicanos que ahorran lo hacen fuera del sistema bancario, principalmente resguardando su dinero en el hogar. Esta práctica es preferida por el 43.7% de la población adulta que ahorra.
Economistas expertos en la materia señalan que la persistencia del ahorro informal en México obedece, principalmente, a factores como, la desconfianza hacia los bancos, pues el 40 por ciento de los mexicanos no confía en las instituciones bancarias debido a experiencias negativas.
La limitada accesibilidad a servicios financieros, especialmente en zonas rurales; ya que en al menos 31 municipios del Estado de México, las personas deben caminar en promedio tres horas o más para llegar a una sucursal bancaria, según datos de la Plataforma para el Análisis Territorial de la Pobreza del CONEVAL. Y la escasa educación financiera, debido a que muchas personas desconocen los beneficios, protecciones y oportunidades que ofrecen los productos del sistema bancario formal.
Aunque el ahorro informal puede parecer más accesible o conveniente para algunas personas, también conlleva riesgos, como la falta de protección en caso de pérdida o robo, y la ausencia de rendimientos que podrían obtenerse a través de productos financieros formales.
Para fomentar una cultura de ahorro más segura y eficiente, es esencial promover la educación financiera y mejorar el acceso a servicios financieros formales en todo el país.
La planeación de un parque lineal bajo las instalaciones del Tren Insurgente el cual abarca una extensión de 20 kilómetros e involucra a 6 municipios mexiquenses presenta varios desafíos en su desarrollo.
Estos espacios han sido apropiados por ciudadanos, convirtiéndose en estacionamientos provisionales, instalaciones privadas, depósitos de autos chatarra y tiraderos de basura.
Uno de los desafíos para la población que acceda a este espacio lineal será cruzar de manera segura, ya que se encuentra ubicado en medio de una de las avenidas más transitadas del Valle de Toluca.
Otro de los desafíos que se enfrentaría es la seguridad en su recuperación, pues al estar en abandono, estos espacios se encuentran vandalizados.
Los expertos consideraron que al desarrollar este proyecto se deben integrar las necesidades de la ciudadanía, pues a través de una consulta se tendría una mejor aceptación.
El proyecto anunciado por la Secretaría de Desarrollo Urbano e Infraestructura del Estado de México, busca construir ciclovías, andadores peatonales, parques infantiles y espacios deportivos.
De acuerdo con el Plan Parcial de Desarrollo Urbano del Tren México- Toluca "El Insurgente" la extensión total a recuperar es de 3 mil 301 hectáreas, siendo Toluca el municipio con mayor aprovechamiento.
Si bien el proyecto resulta ser muy ambicioso, los mexiquenses esperan que el desarrollo de este parque sea menos tardado que la construcción del tren.