La Secretaría de Salud del Estado de México precisa recomendaciones a familiares y funerarias que manejan fallecidos por COVID-19, toda vez que se deben reducir riesgos de transmitir esta enfermedad, respetar las decisiones de los deudos y dar un trato digno a los cadáveres.
De acuerdo a los Lineamientos de Manejo General y Masivo de Cadáveres por COVID-19 en México, no hay evidencia de alto riesgo de infección a partir de personas que perdieron la vida por esta enfermedad.
La dependencia aconseja la disposición final de cadáver lo más pronto posible, menor a cuatro horas, por lo que es importante contar con un plan de disposición del cuerpo y contratar servicios funerarios.
Se debe respetar la decisión de enterrarlos o cremarlos, de ver el cuerpo si así lo solicitan, una vez que haya sido retirado del hospital, pero evitar tocar o besar al occiso.
El Secretario de Salud, Gabriel O´Shea Cuevas, detalla que se deben verificar estas precauciones y aplicar las disposiciones de sana distancia con no más de 20 personas.
Señala que es probable que los deudos más cercanos hayan estado en contacto directo con la persona fallecida durante el periodo de transmisión de SARS-CoV-2, por lo que deberán mantenerse en distanciamiento por 14 días desde la fecha del último contacto.
Los familiares o trabajadores de funerarias que realicen la preparación del difunto y limpieza del cuerpo, deben usar guantes, bata, máscara y protección para ojos; las cenizas pueden ser objeto de manipulación sin que supongan ningún riesgo.
También se recomienda en funerarias y en casa, utilizar mascarilla quirúrgica, mantener la higiene de manos y ventilación en áreas de recepción. Si la muerte ocurre en casa y se sospecha que fue a causa de enfermedad respiratoria, se debe notificar a la autoridad sanitaria para el envío de muestras al Laboratorio Estatal de Salud Pública