La Comisión Nacional del Agua pronosticó que la temporada de estiaje en México para 2025 se extenderá por aproximadamente seis meses, esta temporada comenzó en los últimos días de noviembre de 2024 y se estima que concluirá hasta el mes de mayo, cuando se registren las primeras lluvias. Esta prolongada sequía ya comienza a mostrar sus efectos en distintos sectores del país.
Entre las principales consecuencias se encuentran la disminución en los niveles de presas, lo que afecta el abasto de agua para consumo humano y agrícola; el riesgo para los cultivos y la ganadería, debido a la falta de humedad en el suelo; y el aumento de incendios forestales por la vegetación seca. También se prevé una reducción en la generación de energía hidroeléctrica por la menor disponibilidad de agua.
Las autoridades han advertido que algunas regiones enfrentarán una reducción severa en el suministro de agua potable, lo que podría afectar a millones de personas.
