Adquirir y consumir sidras a bajo costo principalmente en vía pública podría afectar la salud de las personas y presentar náuseas, mareos y dolor de cabeza, pues algunos de estos productos están adulterados.
Los especialistas en la salud recomiendan que la sidra debe consumirse después de embotellarse y en un plazo no mayor a un año, por lo que las botellas de este líquido deben adquirirse en centros comerciales, pues la que venden en la vía pública es de dudosa procedencia.