De acuerdo con cifras de la organización Pronatura, de 2022 al 2024 en el Estado de México se registró la pérdida de tres mil 275 hectáreas de bosques maderables a causa de la tala ilegal.
Los municipios más afectados por estos flagelos fueron : Lerma, Ocoyoacac, Zinacantepec, Huixquilucan, Jilotzingo, Joquicingo, Xonacatlán, Atlautla, Villa Guerrero, Ocuilan, Calimaya, Temascaltepec, Villa del Carbón y Donato Guerra.
Y si bien no existen suficientes estudios que evalúen el impacto de la tala ilegal en la región del Bosque de Agua, la Profepa estima que cuatro de las 15 zonas del país que concentran el 60 por ciento de la tala clandestina están ubicadas en esa región forestal.