Este tapete de origen otomí mide 12 metros de largo y 5 metros de ancho tejido con hilos de algodón o lana por la González de la Cruz en el taller Chicashtti en el municipio Temoaya
Fue terminado en el menor tiempo posible para ser llevado a la Paz Baja California.
El majestuoso tapete rojo con figuras de origen indígena de Chiapas comenzó a tejerse con ayuda de un telar y más de 10 personas que anudaron hilos desde hace más de siete meses
Fueron los artesanos de este pueblo originario la primera vez que elaboraron el tapete monumental al que le dedican 9 horas diarias, pues han elaborado otros más que han sido llevados a otros puntos del país, así como al continente europeo
Las manos de los temoayenses crearon el tapete con hilos de algodón o lana, los cuales le dan suavidad y que muchas personas apreciarán y disfrutarán por su elaboración cien por ciento a mano.