Desde hace 30 años, la señora Carmen se ha dedicado a la venta de uniformes y con el paso del tiempo ha visto cómo el comercio informal se ha quedado con más del 34 por ciento de sus ventas de manera desleal.
Los negocios establecidos que se dedican a este giro deben pagar impuestos, cosa que no hacen quienes solo llegan a una escuela abren su cajuela y comienzan con la venta de pants, suéteres, playeras, pantalones y faldas.