Mujeres y hombres mexiquenses mantienen viva la tradición de elaborar productos a través de telar de cintura, un instrumento que, desde la época prehispánica, sirvió a las mujeres para la elaboración de la indumentaria; el cual, también, le permitió desarrollar su creatividad y plasmarla en las telas.
Dentro del territorio mexiquense, la elaboración de artesanías hechas con esta herramienta ha prevalecido usando los conocimientos ancestrales, hecho que posiciona a las y los artesanos del Edoméx como guardianes de la tradición.
Es con este telar que se crean quexquemelts, fajas, morrales, rebozos y vestimenta tradicional, además los productos son una forma de vida y sustento económico para las familias que se dedican al oficio textil.
La realización de una prenda puede llevar días y meses, los costos de los materiales suelen ser variados y en algunos casos, las y los artesanos fabrican su propio material, que pueden ser de lana o algodón, incorporando a ello el uso de los tintes naturales para darle color.
El telar está conformado por hilos de urdimbre que son hilos colocados de forma vertical que definen el ancho y largo del tejido, y la trama, hebras que se entrecruzan de forma horizontal con la urdimbre.
Su estructura es una base de madera llamado enjulios, donde se atan los hilos de urdimbre para soporte del tejido, el extremo superior del telar se debe apuntalar a un punto fijo, que puede ser de un poste, mientras que el inferior se sostiene de un mecapal, faja tejida de ixtle que sujeta la cintura para tensar el telar.
Temascalcingo, Temascaltepec, Tenancingo y Xonacatlán son municipios donde se sigue practicando el uso del telar y en el que artesanos plasman la iconografía de sus culturas como flora y fauna.
El Instituto de Investigación y Fomento de las Artesanías del Estado de México (IIFAEM) invita a consumir lo hecho en la entidad a través de sus Tiendas Casart, donde encontrarás una variedad de arte popular, para uso utilitario o decorativo.