Toluca, es conocida por su clima cambiante que desafía a sus residentes a adaptarse constantemente.
Desde mañanas gélidas con temperaturas que rondan los menos cero grados hasta tardes calurosas que alcanzan los 25 grados, la incertidumbre meteorológica se ha convertido en parte de la vida cotidiana de los toluqueños.
La interacción entre el calentamiento global y fenómenos atmosféricos como "El Niño" crea un escenario en el que los habitantes deben estar preparados para enfrentar cualquier extremo, ya sea con abrigos y paraguas o con ropa más ligera.
La incertidumbre climática ha alterado las costumbres locales, obligando a la población a adaptarse rápidamente a estas fluctuaciones extremas.