En el 2020 según el Censo de Población y Vivienda en el Estado de México había 2 millones 786 mil 679 personas con discapacidad; en muchas ocasiones la discapacidad está alejada del acceso a espacios públicos adecuados.
Todos los días las personas con diferentes discapacidades se enfrentan a retos en entornos que impiden o dificultan el acceso, pues las ciudades no están planeadas para cubrir sus necesidades.
En Toluca hasta el 2022 había más de 32 mil personas con alguna discapacidad, siendo las discapacidades más comunes las relacionadas con la capacidad de moverse con poca dificultad, las de capacidad para moverse con mucha dificultad y los discapacitados visuales.
La infraestructura para personas con discapacidades en la capital mexiquense es nula; rampas para personas en silla de ruedas dañadas, calles intransitables, coladeras abiertas, banquetas en mal estado, semáforos sin sonidos sonoros y la nula infraestructura vial impide que las personas puedan transitar de manera segura por las calles.
Las ciudades y los edificios de esta ciudad se construyeron utilizando métricas incompatibles con la diversidad humana y aunque en administraciones pasadas se han instalado semáforos sonoros, esto no es suficiente para reconocerse como una ciudad amigable.
Una de las principales acciones para mejorar la accesibilidad de las personas discapacitadas es generar empatía a través de la no discriminacion, la creación de espacios públicos urbanos accesibles y sobre todo la difusión de una cultura de la accesibilidad.