Horas después ser reelegido en las urnas para un nuevo mandato de cinco años, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, reiteró su promesa de no liberar al político izquierdista prokurdo Selahattin Demirtas, encarcelado desde 2016.
Recordó que su rival, el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroglu, que perdió con un 47,9 % de los votos, había prometido poner en libertad a Demirtas, conocido como "Selo" por sus seguidores, aplicando las decisiones judiciales correspondientes.
Erdogan acusó a Demirtas, un político que había conseguido convertir al partido prokurdo en la opción principal de la izquierda de toda Turquía, de haber causado la muerte de 51 "hermanos kurdos" en 2014 por un discurso en el que animó a manifestarse contra el asedio del Estado Islámico (EI) a la ciudad kurda de Kobani en Siria.
En un mensaje a medios, Erdogan dijo también que la ganancia de 23 diputados por parte del opositor partido socialdemócrata CHP, en realidad no lo afecta, ya que cederán parte de estos escaños a partidos menores que integran dicha coalición.
Aun así aseguró que dejará de lado las discusiones porque "es hora de unirse en torno a los sueños de la nación".
Anunció también que bajará la tasa de la inflación, actualmente superior al 40 % interanual, y subrayó que Turquía no debe dinero al Fondo Monetario Internacional.
Prometió celebrar la victoria este lunes en Estambul, su ciudad natal en la que fue alcalde de 1994 a 1998 y que su partido, el islamista AKP, perdió en 2019, al ganar las municipales el socialdemócrata CHP.
Finalmente, insistió en el carácter islámico de su Gobierno y prometió "no dejar sin pastor" a los musulmanes.