El Estado de México se enfrenta a una situación crítica cómo lo es la falta de acción por parte de la población para acatar medidas impuestas por un bien común.
Pese a existir una declaratoria de emergencia sanitaria, trabajadores y dueños de comercios y empresas mexiquenses deben decidir entre trabajar y exponerse al virus o sucumbir ante las deudas y falta de ingresos.
Sin embargo, pese a los esfuerzos de autoridades, las medidas restrictivas lucen cómo un impedimento para el desarrollo de los que menos tienen.
Los pronósticos son malos, pese a la reactivación económica, los apoyos gubernamentales y la disposición de la población, el panorama económico luce complicado.
En la entidad mexiquense es evidente la desesperación de los propietarios y trabajadores de comercios considerados no esenciales.
Sin embargo, en la entidad comienza a notarse cierto grado de ingobernabilidad, que ha puesto en jaque las medidas restrictivas.
Así la falta de atención por parte de la población, ha sumergido al Estado de México en una ola de contagios que ha traído cómo consecuencia una ocupación hospitalaria del 82 por ciento.