Amigos y familiares le dieron el último adiós a Victoria Salazar, una mujer salvadoreña que murió luego de que policías mexicanos de Tulum, Quintana Roo la sometieran con "fuerza excesiva y desmedida", en un caso que provocó indignación en ambos países.
Mientras caminaban por el cementerio La Generosa, en la ciudad salvadoreña Sonsonate, los asistentes al funeral llevaban arreglos florales para rendirle homenaje a la víctima, quien vivía desde hace tres años en la conocida zona turística en México.
Salazar, de 36 años, fue sometida el 27 de marzo por policías municipales. Según videos de medios locales, una uniformada la sometió colocándole una rodilla sobre el cuello mientras otros tres veían la escena.
Una autopsia mostró que le habían fracturado la parte superior de la columna vertebral, según los fiscales.
"Esperamos justicia, esperamos que se resuelva esto porque todos vieron la manera en la que asesinaron a mi hermana, no fue una manera correcta de actuar de los policías", dijo a periodistas Carlos Salazar, hermano de la víctima.
Mientras el féretro era depositado en la tumba, los asistentes entonaron cantos religiosos en un funeral mayormente silencioso en Sonsonate, a unos 65 kilómetros al oeste de San Salvador. "No merece nadie morir de esa manera", dijo Nelly Castro, una amiga de la familia.
La fiscalía de Quintana Roo informó el sábado que cuatro policías de Tulum (tres hombres y una mujer) que habían sido arrestados días atrás, fueron vinculados a proceso por el delito de feminicidio.
"La víctima fue detenida por los agentes policiacos y tras un sometimiento con fuerza excesiva y desmedida probablemente provocaron el deceso de la mujer", dijo en un comunicado.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo que Salazar "fue brutalmente tratada y asesinada" en un episodio que "nos llena de pena, de dolor y de vergüenza". Su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, pidió justicia a las autoridades mexicanas.