La sensación de inseguridad es una de las constantes que vive la ciudadanía en el transporte público del Estado de México.
Las vialidades que conectan al área conurbada de la entidad mexiquense con la capital del país se han convertido en un peligro para hombres y mujeres.
De acuerdo a datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el 15.6% de los casos de violencia contra las mujeres se cometieron en las llamadas combis, microbuses o camiones.