¡Ya es tiempo de que actuemos! expresó el alcalde de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez Gómez, ante la emergencia ambiental que vive hoy la capital, por lo que llamó a la población a que de manera conjunta se trabaje para disminuir esta problemática que pone en riesgo a todos, porque resolverla no sólo es responsabilidad de la autoridad.
Sin el propósito de alarmar de manera irresponsable, el primer edil informó que de acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, la zona metropolitana del Valle de Toluca ocupa, de manera lamentable, el primer lugar a nivel nacional por contaminación por partículas suspendidas en el aire, situación que debe llevarnos a la reflexión porque está en riesgo la salud de la ciudadanía.
Sánchez Gómez manifestó su apoyo al Gobierno del Estado de México para que considere que en el Valle de Toluca cuenta con el gobierno municipal de la capital para implementar con determinación y de manera enérgica todas las acciones y protocolos que se requieran para atender la problemática y empezar a resolverla.
Entre las recomendaciones que la autoridad municipal emite destacan: disminuir el uso de los vehículos motorizados, no quemar basura, llantas o pastizales, cambiar el aceite de los vehículos y verificarlos, evitar ser generadores de incendios, no realizar actividad física al aire libre y poner atención especialmente en los menores y adultos mayores.
Asimismo, el munícipe hizo un llamado a los concesionarios del transporte público de pasajeros y de carga para que ayuden a implementar medidas inmediatas y eficaces, pues de acuerdo con la información de los monitoreos estatales y federales, entre el 60 y 70 por ciento de las partículas suspendidas, sobre todo de carbón negro, proceden de los vehículos que consumen y queman diésel.
Refirió que el domingo y lunes por la tarde se reportó la contingencia ambiental en el Valle de México pues el índice de partículas suspendidas contaminantes alcanzó 140 puntos y en algún momento de la tarde hasta 150, y a la misma hora, nuestra región tenía 180 puntos, es decir, entre 30 y 40 puntos más.
Sánchez Gómez detalló que las partículas suspendidas han formado una nata densa desde hace años, no es contaminación convencional, son partículas altamente dañinas para el organismo humano que entran al torrente sanguíneo y atacan nuestros órganos de diferentes maneras, provocando enfermedades respiratorias y alergias.