Las zonas arqueológicas ubicadas en el Estado de México son sitios a donde arriban miles de personas, sin embargo en algunos casos el aforo excesivo ha provocado un desgaste de las mismas.
Los gobiernos federales, estatales y municipales han puesto en marcha programas de preservación, lo que ha permitido frenar el deterioro sin embargo algunas comunidades cercanas han invadido estos espacios culturales.
Particularmente en la zona de Teotenango, se realizan trabajos de jardinería, mantenimiento, riego y limpieza no sin antes pedir autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia.