Los estudios geológicos más recientes, disponibles en el Sistema Nacional de Sismología, dependiente de la UNAM, han identificado cinco grandes franjas sísmicas en el Estado de México. Cuatro de estas franjas se encuentran dentro del territorio estatal, mientras que la quinta se ubica en el centro de la Ciudad de México, limitando con municipios del oriente del Estado de México. Esta última franja presenta niveles de sismicidad más altos, con movimientos telúricos que pueden alcanzar magnitudes de hasta 6 y 7 grados.
Otra zona significativa se encuentra en los límites con Guerrero, donde se registran sismos de magnitudes entre 5 y 6 grados. Esta área afecta a municipios de tierra caliente como Tejupilco, Tlatlaya y Amatepec. Además, la sismicidad también impacta a Tenancingo y Ocuilan, localizados en la frontera con el estado de Morelos. La identificación y monitoreo de estas franjas sísmicas son esenciales para la planificación urbana y la implementación de medidas de seguridad en estas regiones propensas a sismos