La Laguna, donde nuestros muertos aún deambulan.

Desde hace cinco años Manuel Rodríguez se ha dedicado a la armonización espiritual, labor paranormal dedicada a ayudar a todas aquellas personas que han vivido una experiencia negativa con entidades fuera de nuestro plano existencial y que se manifiestan de diferentes maneras.

"En el ser humano sentir las vibraciones, dolor de cabeza, no descansas, casi no duermes, y cuando duermes sueñas muchas como dicen, pesadillas, situaciones que son ajenas a la realidad que tu quisieras tener. ¿Cómo se manifiestan? En olores, en cambios de clima repentinos. Un cuarto puede estar tibio y una parte del cuarto puede estar fría, pueden escucharse ruidos, las mentadas psicofonías, que son ruidos guardados adimensionales." 

El armonizador explicó que su trabajo consiste en contrarrestar las vibraciones negativas atrayendo energías positivas.

"Mira en el astral existe el libre albedrío, si ellos se quieren ir se van a marchar, y sino, se van a quedar. Pero qué es lo que pasa con la armonización, que traes a seres de luz que se queden ahí en el lugar. Muchos les dicen ángeles guardianes, tus ángeles, los serafines, los querubines." 

Para Manuel el proceso de alcanzar un equilibrio espiritual puede tomar desde una sesión de 45 minutos hasta varios meses o años, tal es el caso de uno de sus mayores retos: una entidad negativa que se rehusaba a dejar en paz a una mujer.

"Había un muñequito que específicamente ella me decía que le tenía miedo, estaba en una repisa cerca de la cama. Antes de empezar la armonización checo todo el lugar y ya cuando estábamos abajo ella y yo en silencio, se empezaron a escuchar pasitos y me dice es arriba y le digo acompáñeme, dice no, yo desde aquí; la señora sí con mucho temor. Cual es mi sorpresa que al momento de ir subiendo las escaleras el muñequito ese que vimos en la repisa estaba en la puerta." 

En la experiencia de Manuel, La Laguna es un sitio de mucha actividad en el plano astral; sin embargo no son espíritus malignos quienes deambulan nuestras calles, sino las almas de quienes no hemos dejado descansar en paz.

"Aquí hay una alta frecuencia de vibración de espíritus que no se han dado cuenta que ya están muertos. ¿Por qué puede ser? A lo mejor por ignorancia de uno en vida que no le pide a ellos que se vayan, que se retiren, que se marchen. Estamos más frecuentes amarrados ?¿Por qué te fuiste?? ?te quiero aquí?; les lloras, les lloras, pero no los dejas ir. Y aquí en La Laguna es algo muy fuerte, en los funerales te has fijado que llora mucho la gente, pero llora para tenerlos, no para soltarlos."