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22 de Diciembre del 2024
Cultura

Leyendas y unidad, lo que dejó Influenza Española de 1918

Leyendas y unidad, lo que dejó Influenza Española de 1918
Por: Deric Vaquera Villanueva
Torreón
03-04-2020

Cuenta la leyenda que durante la Influenza Española de 1918, a una bella prostituta de origen cubano, que contrajo la enfermedad, la dieron por muerta y la arrojaron a la calle donde los carromateros que recogían los muertos de las calles la levantaron y, aún viva, la llevaron a una fosa común. Desde entonces los hombres que recorren las calles del poniente de Torreón en busca del querer de las sexoservidoras son acosados en ocasiones por el espíritu de La Cubana.


Así como la leyenda de La Cubana, en Viesca también surgió el relato del carro de la muerte, narraciones que nacieron de uno de los oficios más demandados durante la Influenza Española: los carromateros que arrastrados por burros o los mismos hombres, recorrían las calles de La Laguna recogiendo los cuerpos de quién sucumbían ante la enfermedad.


Así como estas historias, Carlos Castañón Cuadros, director del Archivo Histórico de Torreón, mencionó que la epidemia de la Influenza Española que asoló La Laguna los meses de octubre y noviembre de 1918 dejó grandes lecciones que le permitieron a la sociedad torreonense afrontar otras enfermedades como la tuberculosis, la poliomielitis o el sarampión.


"Varias de las empresas relevantes de aquella época como La Fe, La Unión, como Jesús Pámanes, como Rafael Arocena, o el doctor Manuel Silva o Rodolfo Mondragón, entre todos ellos incluyendo el alcalde de Torreón en ese momento, Celso Castro, se unieron para instalar el comité que se llamó la Dictadura Sanitaria; en qué consistió esto, en que esa dictadura sanitaria fue la que asumió el manejo de la crisis. Es decir, no fue el alcalde, fue un grupo colegiado de gente muy destacada, principalmente médicos con apoyo de empresarios y del gobierno municipal."


Así como ahora, comercios e industrias tuvieron con cerrar para evitar el contagio de la influenza, que dejó tan solo en octubre de 1918 mil ciudadanos muertos en la ciudad, lo que saturó los panteones y obligó a las autoridades a abrir fosas comunes; hechos que causaron pánico entre la sociedad de la época.


"También en aquel momento hubo un gran terror porque mucha gente que estaba contagiada en las calles y algunos de ellos caían en el suelo por esta fiebre, está gripe y el espectáculo de terror invadió las calles porque imagínate nada más en la primera semana de octubre de 1918 hubo 300 muertos en Torreón, en una semana, eso rebasó absolutamente todas las capacidades que había en la ciudad." 


Lo ocurrido en aquel tiempo puede ser consultado en el libro "1918: La epidemia de la Influenza Española en la Comarca Lagunera, una crónica" de la autores Leticia González Arratia.





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