Lluvias recientes mejoran las sequías, pero aún es insuficiente

Las sequías son periodos prolongados de tiempo seco causado por la falta de lluvia, lo que produce escasez de agua. Los periodos de sequía pueden causar desabastecimiento de agua y problemas de salud pública al ser de naturaleza expansiva y pueden afectar potencialmente a varios sectores de la sociedad.

Estas se pueden presentar en cualquier momento, en cualquier parte del mundo y persistir durante años, por lo que México cuenta con el Monitor de Sequía de América del Norte, en el cual participan expertos de México, Estados Unidos y Canadá con el objetivo de describir las condiciones de sequía en la región y generar mapas diagnósticos de este fenómeno.

Durante la presentación del inicio de la temporada de frentes fríos en México, Alejandra Méndez Girón, coordinadora del Servicio Meteorológico Nacional, compartió que actualmente, un 52% del territorio nacional se encuentra libre de sequía, lo que representa una mejora significativa en comparación con el 19% que no tenía problemas de sequía hace unos meses. Esto significa que aproximadamente un 30% de la situación ha mejorado en términos de sequía.

A pesar de este progreso, Méndez Girón advirtió que aún quedan casi tres meses para que termine la temporada de lluvias, que se extiende hasta noviembre. Durante este tiempo, se espera que las condiciones de lluvia se acerquen a lo normal. Si esto sucede, se estima que la mejora en la situación de sequía podría alcanzar entre un 45% y un 48% en todo el país. Esto es crucial, ya que las lluvias son fundamentales para asegurar el agua que necesita la población y la agricultura.

En 2011, México padeció su peor sequía desde 1941, que afectó a 19 de los 32 estados del país. Ese año se perdieron grandes cosechas y hasta 450.000 cabezas de ganado.

Por su parte, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) también proporcionó datos positivos sobre el estado de las presas en el país. De las 210 presas principales, el 54% están en proceso de llenado gracias a las lluvias recientes. Jesús Heriberto Montes, gerente de Aguas Superficiales de Conagua, explicó que actualmente hay un déficit de agua del 10%, pero el almacenamiento de agua sigue aumentando. En detalle, 45 presas están completamente llenas, 46 tienen entre el 75% y el 100% de su capacidad, 46 están entre el 50% y el 75%, y 73 tienen menos del 50% de llenado.

En México, hay aproximadamente 4,500 presas con un volumen total de almacenamiento de alrededor de 150 km³. Las presas con mayor capacidad de almacenamiento son la presa Belisario Domínguez, con una capacidad de 19,736 hectómetros cúbicos, y la presa Netzahualcóyotl, que cuenta con una capacidad de 14,056 hectómetros cúbicos, ambas ubicadas en Chiapas.

Las presas son estructuras hidráulicas de grandes dimensiones que permiten almacenar o retener agua para aprovecharla en actividades como el riego, el consumo humano, la generación de energía eléctrica, entre otras.

La sequía ha causado enormes daños en México, con presas y lagos en sus mínimos históricos, manantiales y ríos secos, y una caída en la producción de granos, principalmente maíz. Aproximadamente el 82% de los 134 millones de hectáreas utilizadas por el sector agropecuario dependen de las lluvias, por lo que las sequías afectan gravemente la producción de alimentos y los ingresos de las familias que dependen de esta actividad.

Según expertos de la UNAM, superar una sequía requiere de varios años de lluvias intensas, ya que la presencia de precipitaciones no significa una recuperación inmediata. Aunque las lluvias en 2024 han ayudado a disminuir la sequía en algunas regiones, aún se necesita un período prolongado de precipitaciones por encima de lo normal para revertir completamente los efectos de la sequía.