La madrugada de este jueves, un motín en el penal de Villahermosa, Tabasco, encendió las alarmas en el estado.
La Fiscalía del estado informó que siete personas privadas de su libertad perdieron la vida al interior del Centro de Reinserción Social de Tabasco; detallaron que otros seis resultaron heridos, además de cuatro policías.
El gobernador de Tabasco, Javier May, declaró en conferencia de prensa que se han tomado las medidas necesarias para mantener la paz en el estado.
Según el secretario de Seguridad de Tabasco, Víctor Hugo Chávez, los disturbios comenzaron durante un operativo a las 5:00 a.m. para trasladar a dos reos considerados generadores de violencia. Durante la intervención, las autoridades fueron recibidas con agresiones con armas de fuego y actos vandálicos, incluyendo incendios en los patios del penal.
Uno de los reos, Gerardo 'N', fue asegurado sin incidentes, pero el segundo, Javier 'N', ofreció resistencia y fue protegido por un grupo de 20 internos. Las fuerzas de seguridad respondieron utilizando armas y siguiendo el protocolo del uso proporcional de la fuerza, logrando finalmente su captura.
En el operativo, las autoridades confiscaron un arsenal dentro del penal, entre los que destacaron un fusil AR-15, cinco pistolas calibre 9 milímetros, una granada de fragmentación y varios cargadores y municiones. El secretario Chávez subrayó que el enfrentamiento con los reos se prolongó por más de cuatro horas.
En paralelo al motín, Villahermosa vivió una ola de violencia con bloqueos, incendios de vehículos y negocios en distintos puntos de la ciudad. Los hechos fueron atribuidos por algunos analistas a represalias relacionadas con el operativo en el penal.
El estado de Tabasco enfrenta un contexto de creciente violencia. Entre enero y octubre de 2024, se registraron 715 homicidios dolosos, un incremento del 243 % en comparación con los 208 casos reportados en el mismo periodo de 2023, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Los eventos en el penal y las reacciones violentas en la capital tabasqueña reflejan el reto que enfrentan las autoridades para garantizar la seguridad en la región, en un contexto de creciente tensión y criminalidad.