Corrupción en las dependencias agrarias y de procuración e impartición de justicia es lo que lo que dicen que enfrentan desde hace más de 9 años, ejidatarios de Ana, quienes actualmente cuentan con dos de sus integrantes en resguardo domiciliario, acusados por la persona a la que denunciaron en el Tribunal Agrario por el despojo de 86 hectáreas de tierra.
El viernes Anastasia, de 58 años, y Lucas, de 72, fueron acusados de los delitos de extorsión y lesiones y en una audiencia "expres" celebrada ese mismo día, fueron enviados al Cereso, pero el lunes les cambiaron la medida cautelar por resguardo domiciliario.
"Ya estamos hartos, ya estamos cansados. Queremos justicia, no se vale que Anastasia y Lucas estén con una patrulla afuera de su casa porque no han matado a nadie, porque no han hecho ningún daño", dijo María Bernabé Ramos, ex comisariada del ejido Ana y ejidataria.
Ya en el mes de septiembre de este año, Mario Esparza, otro ejidatario había sido detenido y acusado por posesión de drogas, pero liberado tras pagar 10 mil pesos. La misma María Bernabé fue amenazada tras una protesta en el Tribunal Agrario.
"No nos vamos a dejar, esos son atropellos que están haciendo amenazas. Estas amenazas de meterte a la cárcel, no son nuevas, porque a nosotros como al mes cuando entré en la mesa directiva el 25 de septiembre del 2021, luego, luego, nos quisieron meter a la cárcel".
Las y los ejidatarios identifican como autor del hostigamiento a un hombre llamado Sergio, quien se ostenta como el dueño de las tierras, por lo que lo hacen responsable de cualquier daño que puedan sufrir ellos o sus familias.
Historia de lucha y resistencia
La pugna por los terrenos ejidales de Ana data desde 2010,cuando los ejidatarios pelearon los terrenos en los que se encuentra al Instituto Tecnológico de Torreón. En 2015, el Tribunal Agrario resolvió a su favor la posesión de 86 hectáreas, sin embargo, no les fue notificado.
"Cuando cae la compañera en el 2021, como comisariada es cuando nos damos cuenta que ya había salido esa sentencia a favor del ejido (...) Cuál fue la sorpresa de nosotros que ya la estaban vendiendo unos terceros personas no del ejido, sino unos compradores", afirma Mario Esparza, representante de ejidatarios del Ejido Ana.
Entre las irregularidades que han detectado se encuentra el aumento del padrón ejidal de 70 a 92 miembros. También el uso de firmas falsificadas, documentos de actas de asamblea inexistentes, entre otras cosas.
"Ya por medio de los papeles que hemos ido sacando nos hemos dado cuenta de cómo lo hicieron todo mal en complicidad de las mismas dependencias las autoridades, pues el Registro Agrario la Procuraduría Agraria y pues a lo mejor hasta el Tribunal Agrario tuvo algo que ver ahí".
Comentan que si bien, hubo ejidatarios que decidieron vender sus tierras a los precios que impusieron las personas involucradas, hay por lo menos 30 de ellos que no han recibido pago y que tampoco aceptan la cantidad que les ofrecen. Actualmente hay un fraccionamiento construido y se pueden ver distintos carteles con la venta de lotes a pesar de que el litigio continúa.