OCDE mantiene proyección de desaceleración económica para México en 2025
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) mantuvo su estimación de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de México en un 1.2 % para 2025, una cifra inferior al 1.4 % proyectado para 2024.
Esta previsión refleja un panorama económico desafiante tanto a nivel interno como externo, marcado por una desaceleración económica que el organismo había anticipado desde noviembre pasado. Sin embargo, la OCDE proyecta una ligera recuperación con un crecimiento de 1.6 % para 2026.
Esta perspectiva es considerablemente más baja que la que la OCDE había previsto al inicio de mayo, cuando estimaba un alza del 2.2 % para 2024 y 2 % para 2025. La razón de este ajuste se debe a varios factores, entre ellos una demanda interna debilitada, una desaceleración en la creación de empleos formales en el sector industrial y una caída en la inversión privada debido a la incertidumbre política y económica.
De acuerdo con la OCDE, la debilidad en la demanda interna comenzó a finales de 2023 y persiste hasta el momento, afectando tanto el consumo de bienes como de servicios. La desaceleración del consumo está estrechamente relacionada con una menor creación de empleo en el sector industrial. Además, la finalización de grandes proyectos de infraestructura en el sur del país ha limitado el crecimiento de la inversión pública, mientras que la inversión privada también ha disminuido.
A pesar de estos desafíos, las exportaciones mexicanas han mostrado una notable resiliencia, impulsadas por la fuerte demanda de bienes duraderos en Estados Unidos. Sin embargo, la OCDE también advirtió sobre los riesgos inflacionarios, especialmente en el sector servicios, donde los precios han aumentado un 5 %, lo que podría dificultar la estabilización completa de la inflación. Para 2025, la OCDE proyecta que la inflación en México se estabilice en un 7.5 %.
La organización recomienda una combinación de políticas fiscales y monetarias para enfrentar estos retos. En términos fiscales, la OCDE sugiere consolidar el déficit público, que se espera reducir del 5 % del PIB en 2024 al 3.2 % en 2025, mediante ajustes en el gasto y una disminución en la inversión pública. Además, propone mantener una "política monetaria prudente" para estimular la inversión sin comprometer el control de la inflación, lo que implicaría una reducción gradual de las tasas de interés, actualmente en 10.25 %.
Por otro lado, la OCDE destacó que México podría beneficiarse de las tendencias de relocalización de cadenas de suministro, también conocido como nearshoring, lo que permitiría atraer inversión extranjera directa hacia sectores de manufactura avanzada y tecnología.
Para aprovechar esta oportunidad, la OCDE destacó que México necesitaría un entorno regulatorio estable y eficiente, que fomentara la confianza de los inversionistas y mejorara la competitividad del país. A pesar de los retos, la organización subraya que México tiene el potencial de adaptarse a estos cambios y fortalecer su economía en los próximos años.
