¡Protege tus medicamentos y evita estos errores comunes!

El medicamento es esencial para tratar y prevenir diversas enfermedades, ayudando a mantener y mejorar la salud. Su correcta administración asegura que el tratamiento sea efectivo, evitando complicaciones y acelerando la recuperación. Además, seguir las indicaciones médicas al pie de la letra es crucial para evitar efectos secundarios, resistencias o interacciones peligrosas con otros fármacos. Guardarlo adecuadamente también es vital, ya que las condiciones incorrectas, como la exposición a la luz, calor o humedad, pueden alterar su eficacia y seguridad, poniendo en riesgo la salud del paciente, por lo que a continuación te explicamos cómo hacerlo de manera segura y sencilla.

Es importante que sepas que el calor, el aire, la luz y la humedad pueden dañar tus medicamentos. Por eso, la recomendación es guardarlos en un lugar fresco y seco. Un buen ejemplo es un cajón en tu habitación o un gabinete en la cocina, siempre que esté lejos de la estufa y el fregadero. Aunque es común guardarlos en el baño, el calor y la humedad de la ducha pueden hacer que los medicamentos pierdan su potencia antes de la fecha de vencimiento. Las pastillas y cápsulas son especialmente sensibles al calor y la humedad. Un ejemplo claro es el ácido acetilsalicílico (aspirina), que al descomponerse por el calor se convierte en sustancias que pueden irritar el estómago.

El tiempo garantizado de duración para los medicamentos va de 3 a 5 años. Algunos de ellos sólo se garantizan por 1 o 2 años. La fecha de caducidad debe figurar en el envase con las condiciones eventuales de almacenamiento.

Para proteger aún más tus medicamentos, es recomendable mantenerlos en su envase original y retirar la mota de algodón que a veces viene dentro, ya que esta puede introducir humedad. Además, si tienes alguna duda sobre cómo almacenar un medicamento en particular, no dudes en preguntarle al farmacéutico.

Otro aspecto fundamental es la seguridad en casa, especialmente si hay niños. Los medicamentos siempre deben estar fuera de su alcance y vista, preferiblemente en un gabinete con cerradura o seguro.

En caso de que notes que un medicamento ha cambiado de color, textura u olor, o si las píldoras están agrietadas, pegajosas o blandas, no lo tomes, incluso si no ha pasado la fecha de vencimiento. Medicamentos dañados pueden hacerte enfermar, por lo que es mejor deshacerse de ellos de manera segura. Revisa regularmente las fechas de vencimiento y deshazte de los medicamentos viejos o que ya no usas. Para tirarlos, mezcla el medicamento con algo que lo arruine, como cuncho de café o arena para gatos, y ponlo en una bolsa sellada antes de tirarlo a la basura.

Si tu medicamento ha caducado, es fundamental que lo lleves a un centro especializado en la eliminación de medicamentos, como los gestionados por el Sistema Nacional de Gestión de Residuos de Envases de Medicamentos A.C. (SINGREM). Evita desechar los medicamentos en la basura o en el inodoro, ya que esto puede dañar el medio ambiente.

Si el producto se ha mantenido en condiciones adecuadas (protegido de la humedad y la luz, en su envase original y a una temperatura correcta) y su apariencia externa o solubilidad no han cambiado, podría ser preferible utilizar un medicamento caducado antes que dejar sin tratamiento a un paciente en estado grave, según Médicos Sin Fronteras (MSF). Esta organización también señala que, aunque se almacenen en condiciones óptimas, los medicamentos se deterioran gradualmente por distintos procesos. En la mayoría de los países, las normativas obligan a los fabricantes a estudiar la estabilidad de sus productos bajo condiciones estandarizadas y a garantizar una duración mínima de conservación. La fecha de caducidad indicada por el fabricante se establece para asegurar que el efecto terapéutico del medicamento permanezca intacto hasta el final de esa fecha (al menos el 90% del principio activo debe estar presente, y no debe haber un aumento significativo en la toxicidad).

Siguiendo estos consejos, te aseguras de que tus medicamentos se mantengan en buen estado y de que evites cualquier riesgo innecesario.