En una loma al pie de los cerros, lejos de la mirada de las autoridades de Coahuila y Durango, más de 80 familias luchan por la supervivencia en una comunidad flotante conocida como "Cartolandia". Sin reconocimiento oficial, sin escrituras que respalden su presencia y sin servicios básicos, este asentamiento se ha convertido en un símbolo del abandono gubernamental.
María Luna, habitante de Cartolandia, explica la situación: "Estamos en parte de Lerdo, pero nosotros tenemos aquí nuestros derechos, no podemos subir esas lomas, que nos apoyen las autoridades de Torreón". Aunque la comunidad inicia en Torreón, las condiciones de vida no podrían ser más precarias. María Virginia Pulido, otra residente, denuncia: "Estamos así, nomás así, no tenemos ni un papel que nos avale que es de nosotros".
A pesar de la presencia ocasional de políticos, incluido el actual alcalde de Torreón, Román Cepeda, y el dirigente estatal del PAN en Durango, Marcelo Torres, la realidad de Cartolandia sigue siendo desoladora. Las promesas de campaña se desvanecen y la comunidad se siente olvidada. "Cuando vienen los de las campañas, cuando vienen nada más, ya después ni vuelven", lamenta María Luna.
La falta de recursos llevó a estas familias a establecerse en un lugar inaccesible hace más de 30 años. A pesar de que la autoridad conoce el problema, la inacción persiste. María de Jesús Pulido Mata señala la confusión burocrática: "Se echan la bolita, dicen que acá es Lerdo y Torreón, pero la verdad tenemos la credencial de Torreón, pago agua de Torreón, tengo los servicios de Torreón, menos escrituras, es lo que dicen que no se puede".
Gerardo Calvillo, vocero de Laguna Soberana, comenta sobre las promesas incumplidas: "Vienen, le solucionan a dos, tres personas mientras hacen una campañita para que les den el aplauso, pero el olvido sigue siendo evidente, la mayoría de las personas en este sector están con el temor que sean despojadas".
La burocracia obstaculiza la regularización del territorio, mientras que los habitantes de Cartolandia viven con el temor constante de ser despojados de sus hogares. La pobreza se convierte en una herramienta política, como destaca María de Jesús Pulido Mata: "Pues sí, pero ya estamos hartos la verdad, ya no se las entregamos, vamos y votamos, pero ya no entregamos credenciales a nadie".
Los asentamientos irregulares como Cartolandia son considerados peligrosos según el INEGI, afectando al medio ambiente. Sin embargo, la atención se centra más en las consecuencias que en las causas subyacentes que llevan a las personas a vivir en estas zonas marginadas. La falta de servicios básicos, la ausencia de drenaje, luz, agua y pavimento son problemas que persisten sin solución.
María Luna concluye con un mensaje de resistencia: "Si nos apoyan, pues les damos gracias y si no de todas maneras les damos gracias, aunque no nos apoyen, como siempre, pero aquí estamos". La comunidad flotante de Cartolandia espera que su voz sea finalmente escuchada y que las autoridades tomen medidas para abordar su situación olvidada.