El conocido negocio de desayunos llamado "La Esquina", ubicado en el centro de Gómez Palacio, no vivió un lunes cualquiera, sus mesas, no tenían comensales, su producto, caliente y apetitoso, casi no llegó al paladar de los laguneros. La otra cara del paro nacional, la vivieron los comerciantes.
"El día de hoy vimos que faltó mucha gente, no tenemos la misma presencia de los comensales, sin embargo hay muchas personas que tienen que presentarse a trabajar, muchas mujeres que tienen que presentarse a trabajar y yo creo que ellas representan el verdadero feminismo, las mujeres que salen a trabajar por su familia, por sus hijos, tienen todo mi respeto y mi admiración, sin embargo aquí sí vimos una falta de gente", comentó Cristian Piedra, trabajador del restaurante.
El trabajador explicó que la asistencia de la gente cayó un 70 por ciento con respecto al comportamiento del negocio un día lunes, situación que apoyó la encarga de cocina del restaurante, quien manifestó su malestar por el paro nacional.
"Como ya están viendo, esto sí afecta tanto como al patrón y uno de trabajador, porque si los patrones tienen pues uno de trabajador también tiene, lo que está afectando ahorita es que no hay trabajo", manifestó María Elena Pérez, encargada de cocina.
Aunque no dijo desconocer las causas de las protestas, ni tampoco se pronunció en contra de las movilizaciones sociales, María Elena no dejó de expresar su rechazo hacia el paro nacional de mujeres, ya que las ventas se cayeron dramáticamente.
"No hay venta, no hay gente y uno como madre soltera, pues tienes que trabajar y es lo que estamos viendo", insistió.
El objetivo del paro nacional de mujeres precisamente era demostrar que son indispensables, que el sistema las necesita, por lo que el malestar de las trabajadores que sí asistieron a sus labores, aunque sea justificado, genera una gran lección para las autoridades y los dueños del capital en la región y el país.