El Centro de Bachillerato de Gómez Palacio ha sido testigo de una historia inspiradora de resiliencia y amor paternal. Arturo Navarro, un hombre dedicado y padre de dos hijas, ha concluido recientemente su capacitación en electrónica, complementando su oficio principal de tablaroquero. Pero, ¿cuál fue la razón que lo impulsó a embarcarse en este nuevo desafío?
Según las propias palabras de Navarro, la necesidad de sobrevivir fue su principal motivación. "A nosotros no nos tocó una época fácil en nuestro país y tuvimos que emigrar debido a muchas dificultades", afirmó con sinceridad. Fue en los Estados Unidos donde encontró un nuevo hogar y se convirtió en padre, un evento que cambió por completo su perspectiva de la vida.
"Uno no aprende lo que es verdaderamente el amor hasta que tiene un pedazo de su propia carne", expresó Navarro con emoción. El amor por sus hijas se convirtió en su fuerza impulsora y motivó su regreso a México para visitar a su madre. Sin embargo, esta decisión complicó su situación migratoria y le impidió regresar a los Estados Unidos, donde sus hijas lo esperaban ansiosamente.
Ante ello envió este mensaje; "Te amo mucho, mi hija Roxana. Saludos a tu madre y a tus hermanas. Primeramente, Dios abrirá la puerta para cumplir mi castigo y resolveré mi situación migratoria, con la ayuda de Dios".