El Mercado Alianza nació de la mano de Torreón. Allí, en el corazón de La Laguna, emergió un lugar en donde los primeros habitantes surtían su despensa a precios económicos y con producto fresco.
Con el paso de las décadas, la Alianza se empezó a quedar relegada en los rincones del Torreón viejo, una región invisible que sobrevive a golpes de tradición.
En sus entrañas, destaca el negocio de "los gritones", jóvenes comerciantes que arrojan dinero y producto para atender con rapidez y oportunidad a sus clientes.
"Lo que nos interesa es atender a la gente como se merece, el servicio debe ser rápido, todos llevamos prisa, entonces lo que hacemos es tratar de agilizar el servicio", comentó Juan Carlos Delgado, administrador del lugar.
La familia de Juan Carlos Delgado ha atendido el negocio por más de tres generaciones. Hoy en día acepta que los clientes llevan menos producto por la inflación, sin embargo, agradece la nobleza de su oficio.
"Sí impacta, lo que pasa es que la gente administra más su dinerito, lleva un poquito menos, las ventas se ven disminuidas de una y otra manera, gracias a Dios nos dedicamos a un comercio que es constante", agregó.
Los gritones están ubicados en el pasillo central del Mercado Alianza. Para reconocerlos, basta con ver a jóvenes lanzando cambio, dinero y producto a los clientes con la puntería un francotirador. Ni la crisis, ni la violencia ni la inflación han podido interrumpir una tradición que data desde los inicios de este emblemático lugar.