La pérdida del poder adquisitivo obliga a muchas familias a recurrir a los préstamos, una herramienta financiera que lejos de aliviar males, genera dolores de cabeza por las elevadas tasas de interés.
Aunque los expertos recomiendan pedir prestado o utilizar tarjetas de crédito para adquirir bienes duraderos, muchas personas lo utilizan para completar el gasto familiar, el pago de servicios y la canasta básica.
Y en algunos casos, cuando las personas son de la tercera edad, también piden prestado para apoyar a los hijos con sus gastos o para emergencias médicas y accidentes.
Ante esta realidad, sumado a lo difícil de adquirir créditos formales y las elevadas tasas de interés de las tarjetas, muchas personas terminan recurriendo a los agiotistas, con el riesgo de caer en impagos.
"Se cobran mucho de interés y es de cada ocho días, cada ocho días. Si así con las tarjetitas se le hace a uno pesado. Es de a poquito, pero sí merma."
Sin embargo, los agiotistas no son la única opción para salir de una emergencia. En La Laguna abundan tandas que siguen una estructura piramidal, que encantan a quienes caen en esta trampa financiera que puede terminar con el patrimonio de la gente, pero de estas pirámides hablaremos el día de mañana.