El eclipse marcó un antes y un después en la Laguna en cuestión de turismo. La combinación de recursos naturales, culturales y hospitalidad cálida, asombró a visitantes nacionales y extranjeros que experimentaron otro tipo de belleza, la del desierto.
Su estratégica ubicación geográfica juega un papel fundamental, pues no sólo se puede disfrutar de lo que hay en esta zona, sino también existente en regiones cercanas. De esta forma, las y los visitantes pueden disfrutar del Cristo de las Noas, en Torreón; la virgen del Desierto, en Gómez Palacio; las Dunas de Bilbao, en Viesca; las Pozas de Cuatrociénegas; los viñedos, en Parras de la Fuente, el Puente de Ojuela y la Zona del Silencio, en Mapimí, así las Grutas del Rosario, en Lerdo, sólo por mencionar algunas.
"Ellos habían dicho preferimos cómo hacer espacio no salir tanto de todos modos tenían ahí las opciones, la verdad es que todo el mundo aprovechó toda la gente salió a los lugares, creo que muchos de ellos esperaban como que no encontrar mucho que hacer la sorpresa, es que lo hay", dijo Sugey Alvarado, directora de OCV Torreón.
La atención mundial que generó el eclipse en Torreón destacó también su capacidad para albergar eventos de gran magnitud, como convenciones, congresos y exhibiciones, el llamado turismo de negocios que es el más conocido de la ciudad, pero también el turismo religioso, el deportivo, el recreativo y el astronómico con lo que la región se perfila como una opción más para quienes buscan tener nuevas experiencias viajeras.
"El simple hecho de que haya estado en los ojos del país y del mundo Torreón eso por automático genera un agente que le interesa por ejemplo el hay un tema de turismo religioso muy importante entonces la gente a lo mejor el lugar de ir a otro lado, pues va a ir a Torreón", Martha Moncada, encargada del despacho de la Secretaría de Turismo y Desarrollo de Pueblos Mágicos de Coahuila.
La conectividad, sobre todo la aérea con el aeropuerto internacional Francisco Sarabia, la infraestructura hotelera que cuenta con más de 3 mil habitaciones, los escenarios naturales propios del desierto, generan condiciones para seguir la ruta hacia la consolidación de la Laguna, como un destino turístico capaz de satisfacer las expectativas de visitantes nacionales e internacionales.
"Definitivamente yo creo que la ciudad también tuvo que aprender muchas cosas en relación a un eclipse, pero también yo creo que la hospitalidad y que todos estábamos en las ganas de que las cosas salieran bien, fue que pudimos dar la mejor versión como ciudad
El eclipse no solo ha dejado una huella en el cielo, sino también en la Laguna, región a la que puso en el mapa turístico mundial y que ahora mira hacia el futuro con optimismo y determinación para seguir aprovechando su potencial y ofrecer experiencias memorables a quienes la visitan.