En esta entrevista, exploramos a fondo el impacto del aumento del salario mínimo en México durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. Daniel González, destacado economista, analiza el significativo fortalecimiento del salario, que ha experimentado un aumento de más del 100% en los últimos seis años. Este repunte, que inicialmente generaba preocupaciones sobre posibles efectos inflacionarios, ha sido crucial para la clase trabajadora, sacando a más de 5 millones de personas de la pobreza extrema, según datos de Coneval.
Sin embargo, las opiniones divergen, y algunos críticos señalan que el aumento salarial va de la mano con un proceso inflacionario, haciendo que la vida sea más cara. González aborda estas inquietudes y destaca que el aumento del 20% en el salario mínimo, en comparación con la inflación del 4.66%, parece ser una buena noticia para los trabajadores formales. Aunque, el verdadero desafío radica en su impacto en los cerca de 19 millones de trabajadores informales, cuyos ingresos son inferiores al salario mínimo.
El economista destaca la importancia de que este aumento salarial permee en el sector informal, donde se encuentra la mayoría de la fuerza laboral con ingresos bajos. Aclara que, a pesar de los incrementos, el efecto directo en aquellos que ganan más de cinco salarios mínimos es mínimo, ya que representan menos del 2% de la población.
La conversación se adentra en la iniciativa anunciada por el presidente para mejorar el sistema de salarios y pensiones. González sugiere que el proyecto podría dirigirse hacia la formalización de la economía, invitando a empresas y trabajadores a integrarse al sistema formal, abordando así el persistente problema de la informalidad.
Al reflexionar sobre la historia económica de México, González compara la propuesta actual con la década de los 80, cuando la inflación era desenfrenada. Señala que la clave para evitar escenarios similares radica en mantener una disciplina fiscal y equilibrar las variables macroeconómicas del país. Aunque ve resultados positivos en los últimos seis años, advierte que el modelo económico debe evolucionar hacia la innovación y las nuevas tecnologías para garantizar un crecimiento sostenible.