"Decía mi padre que, mientras haya lluvia y sol, el sombrero va a ser necesario para cubrirse".
Así, con el legado de su abuelo y padre, con 37 años de historia de "La Potosina", su sombrerería, localizada en el corazón de Torreón, José Alberto Serrano comparte su optimismo sobre la continuidad de su oficio y giro comercial.
De trato amable, Don José Alberto ha visto transcurrir mucha historia relacionada con ese accesorio, desde aquellos tiempos en los que, en el local de su padre ubicado en el Mercado Juárez, aprendió a fabricar sombreros, repararlos y venderlos como un artículo de uso casi obligado para quienes realizaban sus labores en el campo o a la intemperie, hasta los tiempos actuales en que se pusieron de moda para vestimenta de hombres y mujeres, con diversas formas, colores y materiales.
A la fecha, en su establecimiento ofrece una gran variedad de sombreros, desde los de chistera y el bombín, hasta los más sencillos de palma y los usados en bailes folclóricos o los de mariachi, sin dejar de lado el famoso estilo Panamá, mostrando varios de sus productos:
"Y el sombrero de vestir, de fieltro que es el que se usa por personas que no usan ropa vaquera, que usan ropa de vestir, de civil; a diferencia del sobrero vaquero que es de un sombrero de ala grande de una copa diferente".
Con mucha competencia actual, afirma que se ha adecuado, incluso con sus precios, al mercado y público consumidor; dispuesto siempre a orientar a quien se interese en los tipos de sombreros, su uso y cuidados recomendados.