A 29 años de que junto a su hermano iniciará con un negocio de venta de jugos en la colonia Campestre la Rosita, Luis González es el propietario de Gordy Manía, atribuye la preferencia y fidelidad de sus clientes a una atención esmerada y a la calidad permanente en los alimentos que les ofrece día a día.
Con las tradicionales gorditas rellenas de diversos guisos como su plato fuerte, su menú incluye además burritos, lonches, sopes, desayunos y comidas con platillos mexicanos, mismos que le han posicionado como un espacio con visitas recurrentes que mantienen al personal de cocina siempre ocupado, preparando los platillos a la vista del público.
"Yo creo que también ha sido parte del éxito el hacer todo en el momento. Todo lo hacemos aquí y cuando te estoy sirviendo, esa gordita no tiene dos, tres minutos que salió, entonces creo yo que es parte del gusto de la gente; comer algo recién hecho".
Con un gran compromiso y participación de la familia, aunque el restaurant de Gordy Manía ha crecido al grado de abrir una sucursal en el bulevar Rodríguez Triana, sus expectativas de crecimiento se ciñen consistentemente a mantener la sazón y el buen trato a sus clientes, planteó Luis González, quien se mostró satisfecho de que incluso tiempos muy difíciles se han podido superar con trabajo y esmero:
"Ni la pandemia, aun yo cerrando algunos meses, regresé y haz de cuenta que no me había ido, o sea, mi gente volvió, la gente me reconoce, la gente conoce lo que tengo y gracia a Dios seguimos aquí".