Empresas del Clúster Industrial de Minerales No Metálicos y Agregados de la Laguna de Durango se han pronunciado en contra del reciente impuesto ecológico que el gobierno estatal ha implementado. Este impuesto, que considera cuatro áreas susceptibles para su aplicación, ha generado una gran preocupación en las empresas que explotan diferentes minerales, así como en los organismos operadores de agua y los municipios.
Alfredo Villalobos, asesor industrial del clúster que agrupa a unas 24 empresas, dijo que este impuesto no solo es inviable, sino imposible de pagar. Las empresas deberán elevar hasta un 25% los costos totales, repercutiendo en perjuicio del usuario final y en el encarecimiento de materiales de construcción.
Según el decreto publicado en el Periódico Oficial del Estado, por cada tonelada de dióxido de carbono emitida a la atmósfera se tendrá que pagar 179 pesos, sin un mecanismo para medir dichas emisiones y solamente basándose en lo que cada empresa declara en la cédula de operación anual ante la Secretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente.
Las empresas temen que esta medida pueda obligarlas a emigrar a otros estados y han pedido una mesa de diálogo con el Congreso Local para atender sus demandas ya que lo consideran como una medida excesiva e impagable.